A Hipólito Irigoyen lo derrocaron los militares en 1930 e iniciaron el período que iba a durar 70 años en Argentina hasta, prácticamente, el fin de siglo. Allí hubo entonces dos gobiernos militares encabezados por los generales José Uriburu y luego Agustín P. Justo.
En 1943 los grles. Rawson y Ramirez derrocan al presidente Ramón Castillo que había sucedido a Ortiz por enfermedad de éste. Tras una breve intervención del Gral. Farrell asume el Gral Perón en 1946, pero esta vez por elecciones populares. En 1955 el Gral. Perón es destituído por los Grales. Lonardi (luego Aramburu) y el almirante Rojas. Luego se llega a un pacto en 1958 en el que se prohibiría el peronismo, pero el Dr. Frondizi asume con el respaldo del Gral. Perón en el exilio.
En 1963 los militares no aguantan más a Frondizi, principalmente por sus conversaciones con el Che Guevara y con Fidel Castro y lo sacan a patadas de la casa de gobierno. Después de un breve plazo en que gobernó el Dr. Guido, monitoreado por los militares, es elegido presidente el Dr. Illia, pero duró poco en el gobierno, porque al Gral. Onganía no le gustaba y lo derrocó. A Onganía le sucedieron otros generales como Levingston y Lanusse hasta que por presión popular admitieron elecciones sin la presencia en ellas de Perón, pero los peronistas se las arreglaron para elegir al Dr. Cámpora para, inmediatamente colocar en la presidencia al Gral. Perón, nuevamente elegido popularmente.
Se muere Perón rápido y asume Isabelita (gran error de Perón), por lo que los militares vuelven a "salvar al país", la echan a Isabelita y entra a regir el terror más sangriento: asume el Gral Videla e inicia el período militar más trágico, con los resultados que todos conocemos. Se acaba el ciclo de Videla, desgastado, y otros generales como Viola y el borracho Galtieri completan el período del terrorismo de estado. Este último, para colmo, nos lleva a una guerra absurda (por lo imposible, pero no por los objetivos) en Malvinas.
La derrota en Malvinas hace que Galtieri se tenga que ir y ponen a otro militar, el Gral Bignone (no recordaba el nombre porque han sido tantos...) como presidente para que llame a elecciones y entregue el poder al Dr. Alfonsín.
Alfonsín hizo lo que pudo, le fue mal económicamente. En el aspecto de reivindicación de la democracia, ante el atropello continuo de los militares, quiso juzgar a las juntas militares del período anterior. Lo hizo a través de la Justicia, pero tuvo al final que negociar leyes que limitaran notablemente ese juzgamiento, ante la presión inaudita que continuaban ejerciendo los militares y para alejar el peligro de una nueva intervención. Alfonsín tuvo un golpe, pero no militar, sino civil, de los peronistas que lo jaquearon todo el tiempo final y se tuvo que ir antes. Pero fue un gobierno en que los militares no volvieron a sus cuarteles.
Lo sigue Menem, que, como pragmático que es, pactó con los militares para que lo dejaran gobernar y chorear tranquilo. Entonces decreta el indulto a los que estaban procesados y los libera de sus sentencias. Éso es lavarse las manos.
Con esta última parte de la reseña quiero decir, que si bien las presidencias de Alfonsín y Menem no fueron interrumpidas por los militares, éstos siguieron teniendo el poder que tuvieron siempre, y no se pudo con ellos.
Por éso quiero destacar un gran mérito de estos gobiernos de los Kirchner, que pocos reconocen, injustamente. Es un gobierno que recibe muchas críticas, muchas de las cuales reconozco como valederas, pero pocos realzan los aciertos que tambien los hubo, y éste es un acierto destacable.
¿Quien se podría imaginar a Frondizi, a Illia o a Menem, ordenando a su comandante del Ejército retirar el cuadro de Videla, nada menos que en el hall principal del Colegio Militar?
¿O quien se podría imaginar, a cualquiera de los presidentes civiles anteriormente mencionados, desarticular la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada) para entregársela a las asociaciones de derechos humanos, sin que duraran un minuto más en sus puestos?.
¿A qué otro presidente le hubieran permitido los militares relacionarse políticamente con gobiernos de nuestro continente que mantienen una relación conflictiva con los EEUU como son Cuba y Venezuela, y excelentes relaciones con Bolivia y Ecuador, además buenas relaciones con otros gobiernos sudamericanos que observan líneas no directas con el país más poderoso de la tierra?
Por éso, digo, ¿vale mucho hablar de democracia directa, democracia participativa, parlamentaria, o cualquier opción de democracia, si vivimos con la amenza permanente que de un minuto a otro, esa democacia no exista más, de ninguna forma, con todo el drama que traen consigo estos hechos?.
Me sorprende que personas mayores de más de sesenta años, no reparen en esta realidad que se ha conseguido con la sangre y el sufrimiento de muchos compatriotas, y sigan discutiendo otros temas, que si bien son importantes, y no está demás la discusión, no socaban las bases de nuestra precaria democracia, y éso es fundamental.
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He sostenido que los militares fueron el principal obstáculo para el progreso del país, porque se apropiaron del poder haciendo uso de las armas de la Nación y fueron criminalmente ilegales. Seguir buscando a los responsables ahora debiera ser problema de la justicia. No comparto la opinión de ambos bandos de continuar buscando responsables en el otro bando. Basta, Argentina debe pensar en su futuro más que en su pasado. Me importa ver que la gran mayoría de los ciudadanos comprendemos que el progreso es el resultado del acuerdo y la racionalidad, y que debemos prepararnos para frenar a los violentos. la población condenó a Videla y a Firmenich
ResponderEliminarA mi me interesa que nunca más se rompa el orden legal, sino que se lo fortalezca. Me interesa construir un gran país y prefiero que ese capítulo quede para el análisis histórico.
¿De qué "ambos bandos" hablás? Acá hubo un poder militar que se manifestó desde 1930 en adelante en infinidad de golpes de estado. Videla y Firmenich son sólo una partecita de todo el periplo militar que comenté en la nota original. En 1930, en 1955, en 1963 y 1964 no existían los Firmenich y sin embargo los militares hicieron lo que se les cantó, arrebatando el poder a su verdadero dueño que es el pueblo argentino. Equiparar el daño producido como decís "por ambos bandos" es el argumento de sectores que no sé cómo llamarlos y la historia ha demostrado que éso es falso.
ResponderEliminarA todos nos interesa que no se rompa más el orden legal ,pero éso no se produce por azar, y hay que producir acciones para que no se vuelva a repetir. Cualquier gobierno civil que tienda a producir hechos para que los militares no vuelvan a sus andadas, es muy meritorio y la ciudadanía debería reconocer esa legítima y loable actitud.
Para peor, muchos golpes de estado estuvieron a cargo de militares que obedecieron planes internacionales ordenados por potencias extranjeras, al servicio y en contra de deteminadas ideologías. Esto ocurrio en nuestro país y en otros países hermanos, como por ejemplo Chile.
Desconocer estas cosas, es necio.
Pienso que todo debe hacerse por decisión y con consenso de la población. Pero no son pocos los que se creen dueños de la verdad, como los militares en sus muchos años de dominio. Ya el otro día viste que un grupo revolucionario (no me interesa su bandera) no discutía su postura y simplemente quería imponerla al resto de la población. Trabajo y defiendo la postura que Argentina es de todos, y que nadie es dueño de la verdad, y quien quiera imponerla a los demás contra viento y marea no debe ser aceptado en la comunidad democrática Argentina. Acuerdo contigo que son mucho más peligrosos los "dueños de la verdad" con poder pues pueden someter fácilmente a todos. Pero también existen, por izquierda y por derecha, quienes quieren (y lo dicen) imponer sus docrinas. Los hubo en varios grupos llamados revolucionarios de derecha y de izquierda. Aun los hay. Claro que está la doctrina que el otro empezó primero o que se recibe entrenamiento y recuersos del extranjero... Mi criterio democrático es que todos los que quieren imponer su doctrina SON LOS ENEMIGOS DEL PUEBLO. Yo personalmente he conversado con ese tipo de iluminados, nazis o de la izquierda no democrática. No se a ciencia cierta si Firmenich era uno de ellos. Pero creo que los había.
ResponderEliminarPERO NO ME INTERESA IR AL PASADO, SOLO QUIERO UN FUTURO DE PAZ Y PROSPERIDAD PARA NUESTROS HIJOS Y NIETOS, Y PARA TODOS LOS ARGENTINOS DEL FUTURO. ME ALARMA COMPROBAR QUE EXISTEN FANÁTICOS DE AMBOS SIGNOS Y SIEMPRE INSTO A LA UNIÓN CIUDADANA CONTRA EL FANATISMO Y CONTRA LOS DUEÑOS DE LA VERDAD QUE NI QUIEREN DEFENDERLA NI DISCUTIRLA.
Es tan necio desconocer que las manos del capitalismo y particularmente los EEUU estuvieron detras de muchas dictaduras latinoamericanas, como desconocer que en las épcas de cierto equilibrio de fuerzas, existían países como la Unión Soviética, que financiaba ciertos movimientos pro-comunistas. Mirá, yo creo que lo correcto es que se proceda según el criterio mayoritario del pueblo. Eso incluyendo el caso de que Argentina o culaquier país decida democráticamente dar pasos hacia la socialización de los medios de procudción. Estoy tan en contra de las malas prácticas del capitalismo como de sectores que trabajan antidemocráticamente para imponer el nacional-socialismo o el comunismo.
ResponderEliminarEl comunismo que se aplicó en la Unión Soviética, a mi entender, no fue exitoso ni se puede tomar como ejemplo a seguir, tal como vemos, por los resultados finales. A pesar que tuvo muchos éxitos pero, también muchos fracasos y equivocaciones.
ResponderEliminarPero no podemos, de ninguna manera, equiparar una concepción económica basada en altruistas objetivos sociales, como fue la doctrina creada por Marx con el nacional socialismo, fascismo o nazismo (como lo quieran llamar) que fue creado por dictadores alienados que sólo tenían como objetivo crear una sociedad elitista, basada en la diferencia de razas, superioridad étnica, y aberraciones por el estilo.
Mientras existan naciones muy ricas y otras muy pobres, o dentro de cada país, sectores de poder económico muy diferenciados con otros sectores mayoritarios de pobreza y pobreza extrema seguirá habiendo grupos que “trabajan antidemocráticamente” para imponer otra forma de vida. Sería preferible que ese “trabajo antidemocrático” sea pacífico, al menos. Pero resulta, que los que encaran esa lucha deben enfrentarse a los de mayor poder económico, a los que creen que están bien las cosas como están y se transforma en una lucha desigual por la magnitud de las fuerzas que se enfrentan. No niego que pudiera haber grupos económicos que favorezcan una mejor distribución y que las leyes capitalistas pueden hacer crecer a una sociedad en su conjunto, quizás como está ocurriendo en la China actual, pero debe existir, en ese caso, un Estado fuerte que controle, fiscalice, regule las ganancias y distribuya el producto bruto en todas las capas sociales.
Mientras no se eliminen esas diferencias en los países con sistemas capitalistas, por voluntad democrática de todos los ciudadanos o por decisión propia del poder económico (muy difícil que ocurra) seguirán habiendo movimientos revolucionarios que quieran “imponer” otra organización social.
Creo que la producción colectiva es posible. Y efectivamente sería mejor y más eficiente si la fuerza productiva e iniciativa de las empresas socialistas fuera bien bancada y administrada por los propios trabajadores. Para que eso funcione se requiere de una mentalidad especial que ahora poca gente tiene. Las empresas cooperativas, si funcionaran de esa forma, cooptarían más y más la producción. No se llega a eso porque no hay todavía mentalidad socialista. Haci que hay un largo camino por recorrer. Para mi modo de ver es la única manera de llegar al socialismo: con la práctica y la educación socialista. nunca con un capitaliemo de Estado como fue la Unión Soviética. La Argentina es un claro ejemplo de porque las empresas del Estado NO funcionan (yo trabajé en una). Yo personalmente considero a la doctina marxista como que tiene muchos errores y es algo que se basa en un Capitalismo que ya no existe.
ResponderEliminarLo ideal es que cada persona trabaje en la actividad que se encuentre más a gusto. No me parece mal que unos prefieran hacer todos los días los mismo y otros que tengan una gran iniciativa para mejorar todo. Y por supuesto el que mas tranaja y más se rompe debe ganar más. Eso para que la sociedad no decaiga por todos lados.
Por supuesto que no igualo la doctrina nacional socialista con la comunista. Lo que digo que es indeseable en muchos que sostienen una u otra, considerarse los dueños de la verdad y muchas veces ser violentos e intolerantes. Aborrezco tanto el racismo de Hitler como el absolutismo de Stalin. Acepto las variantes de ambas doctinas que no lleguen a esos extremos y se avengan a la democracia.
ResponderEliminarSí, tenés razón, pero la verdad es que Hitler, además de ser racista, fue también absolutista. Pasa, además, que cualquier persona que se interese por la política, cree ser dueño de la verdad, salvo contadísimas excepciones.
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